Hace unos días un usuario preguntaba a Google qué ocurriría si tomaba la decisión de dividir un texto muy largo en distintas páginas. ¿Sería penalizado o valorado de una manera poco adecuada al ser considerado contenido de baja profundidad?, ¿estaría arriesgándose a tener thin content? Google responde.
Lo malo es que los especialistas de Google no entendieron muy bien la pregunta y la respuesta fue un poco de interés medio. Entendieron que lo que les estaban preguntando es qué pasaría si ese contenido se dividía en varias publicaciones distintas. Es decir, en varios posts.
En ese caso, Google dio una respuesta en la que argumentaba que, a la hora de la verdad, lo importante es la calidad del contenido que se proporcione en cada una de las publicaciones. Y también explicaron que es muy importante conocer a los visitantes y saber qué es lo que ellos pueden necesitar para cumplir con sus necesidades y darles un buen servicio.
La respuesta habría sido buena si la pregunta hubiera ido en esa dirección, pero todo el mundo sabe que no era eso lo que estaban preguntando. El objetivo del usuario era saber cómo reacciona Google en lo que se refiere a la paginación, a dividir un texto largo en varias páginas para que luego al lector le sea más fácil pasar de una a otra leyendo poco a poco.
La pregunta ha quedado sin respuesta, pero en anteriores ocasiones Google no ha puesto pegas a la paginación. En realidad, se trata de un recurso útil que, eso sí, no está muy extendido. Lo que hace la paginación es incorporar una pequeña barra de navegación inferior en la cual se puede hacer clic en el número correspondiente a la página que se quiera leer. En el pasado, la paginación era una forma popular de ganar impresiones, pero hoy día se ha dejado e usar de forma habitual.