Una de las dudas a las que nos exponemos cuando vamos a registrar el dominio de una nueva página web es la extensión. ¿Deberíamos recurrir al clásico .com? ¿O apostamos por el .es? ¿Cuáles son los beneficios que tiene utilizar esta extensión regional?
Hay buenos motivos para contratar un dominio .es, pero también hay que tener cuidado y no caer en uno de los errores más comunes de su adquisición. Hay quienes piensan que el dominio .es es una representación de “español”, el idioma. Pero esto, en realidad, no es verdad. Si bien es cierto que el “.es” denota que el contenido de la web estará en español, no es un factor a la hora de categorizarlo.
El motivo de ello es porque la extensión .es representa a España. Por ello, no es el dominio ideal si lo que estamos pensando es en lanzar una web que pueda tener más interés en Latino América que, por ejemplo, en España. Cada país tiene su propio dominio, incluido México, Colombia o Perú, de forma que debemos entender que no estamos enfocándonos a un idioma, sino a un país.
Dicho esto, no hay duda de que la extensión .es tiene algunas ventajas. La primera es que, de forma indudable, va a ser ideal para que alcance el mejor potencial de posicionamiento en España. Si buscamos hacer SEO en España, es una idea muy potente. Por ejemplo, puede ser muy bueno para una tienda que solo venda en España o un negocio local.
Entre sus otras ventajas se incluye el precio, más barato que un .com, y que nos permite usar caracteres especiales como la apreciada letra ñ. También tienen un alto nivel de seguridad, por lo que acaban siendo una muy buena recomendación si tenemos en cuenta sus limitaciones. Además, os será más fácil encontrar un nombre disponible.