Si hablamos de SEO hay tanto que repasar, revisar y hacer cuando publicamos un contenido en la red, que necesitaríamos al menos 20 tutoriales para cubrirlo todo. Y no os preocupéis, porque antes o después iremos hablando de todo ello. Pero hoy lo que haremos será concentrarnos en el SEO de las imágenes, el cual suele ser uno de los más olvidados.
Es frecuente no darle importancia al SEO de las imágenes y que cuando subimos una foto a nuestro blog o web lo único que hagamos sea insertarla en el texto y «tirar millas». Pero lo cierto es que hay mucho más que hacer si queremos que la imagen cumpla con los niveles de SEO recomendados y que esté en paralelo a todo el trabajo y esfuerzo de SEO que estamos implementando en otros elementos.
Lo primero que debemos recordar es que el nombre de la imagen es muy importante. Por este motivo nunca subamos la imagen con un nombre genérico como el que tenía el archivo cuando lo descargamos de la red. Ese nombre genérico podría ser algo como hr34k34jj.jpg. Tenemos que recordar que ese tipo de nombre es muy nocivo. Lo que habrá que hacer será darle un nombre descriptivo. Eso permitirá que la imagen se indexe mejor en Google teniendo en cuenta lo que describe la misma. Otra buena opción es que le pongamos el nombre del titular del artículo, puesto que es muy probable que coincida con la descripción y que así ahorremos tiempo.
Además, tenemos que poner un texto en la etiqueta ALT de las imágenes. Ese texto es el que informará a Google de lo que está viendo cuando haga la lectura de la imagen. De lo único que tenemos que tener cuidado es de no abusar de la keyword del artículo tanto en el nombre de la imagen como en el alt, puesto que podríamos llegar a caer en el keyword stuffing.
Por último, pule la imagen y optimízala de forma que no ocupe mucho. Hay programas que te permiten optimizar el tamaño bajando el peso sin tener que reducir la resolución.