Google es consciente de que los propietarios de páginas web tienen que ganar dinero. Y también sabe que los ingresos publicitarios de su sistema publicitario no son suficiente, por lo que no es reacia a que se lleven a cabo posts patrocinados. La cuestión es, ¿cómo no cometer un error en el proceso? Google responde.
Pero antes, hagamos un pequeño repaso de los posts patrocinados. Inicialmente, todo el mundo comenzó a publicar este tipo de posts y a ganar dinero con ello. Pero llegó 2014 y Google emitió un aviso con el que le dijo a los webmasters que se cortaran y comenzaran a dejar de publicar ese tipo de artículos.
Poco después de eso, Google comenzó con las penalizaciones. Y hubo muchas personas que se vieron afectadas, perdiendo posiciones y provocando que sus páginas bajaran posiciones. Eso dejó el sector en un momento de crisis a la vista de que se había puesto freno a una vía de monetización que estaba siendo muy popular.
No obstante, los tiempos han vuelto a cambiar. Ahora a Google ya no le importa que hagas publicaciones patrocinadas, pero se asegura de que no vayas a ceder ningún tipo de pagerank con este tipo de enlaces. No obstante, mucho ojo, porque Google vuelve a hablar.
La empresa dice que los posts patrocinados van en contra de sus políticas de spam. Por ello, te tienes que asegurar de que estas publicaciones siempre incluyen los siguientes códigos: rel=nofollow or rel=sponsored. Con esos dos códigos, a Google ya le queda claro el tipo de contenido que estás indicándole.
Eso es algo que tiene que hacerse sin importar el tipo de post patrocinado que estés haciendo. Incluso si el post es de gran valor en cuanto a su contenido, su enlace tendrá que estar marcado como nofollow y sponsored. De esa forma no sufrirás ninguna penalización.